El aprendizaje colaborativo se
sustenta en teorías cognoscitivas. Para Piaget hay cuatro factores que
intervienen en la modificación de estructuras cognoscitivas: la maduración, la
experiencia, el equilibrio y a transformación social. El la teoría constructivista, el aprendizaje
requiere la acción de un agente mediador para acceder a la zona de desarrollo próximo
y permita que aquel se apropie del conocimiento y lo transfiera a su propio
entorno.
El aprendizaje colaborativo concibe
a la educación como proceso de socio-construcción permitiendo conocer las diferentes
perspectivas para abordar un determinado problema, es eficiente para insertar
la educación dentro del proyecto de vida y conectar la evolución personal con
el desarrollo de un proyecto de país coherente que favorezca la cohesión y la
vida sistémica de elemento como: formación, educación, familia, sociedad,
desempeño laboral y evolución nacional.
La educación tradicional se ha
desempeñado en exaltar los logros individuales y la competencia por encima del
trabajo en equipo y la colaboración. Al hablar
de aprendizaje colaborativo cada participante asume su propio ritmo y potencialidades,
cada uno comprende la necesidad de aportar lo mejor de sí al grupo para lograr
un resultado sinérgico.
Algunas pautas para producir
aprendizaje colaborativo son: estudio pormenorizado de capacidades,
deficiencias y posibilidades de los miembros del equipo, establecimiento de
metas conjuntas, elaboración de un plan de acción, chequeo permanente del
progreso del equipo, a nivel individual y grupal; discusiones progresivas e
torno al producto final.
Este tipo de aprendizaje facilita
el desarrollo de procesos cognitivos como la observación, el análisis, la
capacidad de síntesis, el seguir instrucciones, comparar, clasificar, tomar
decisiones y resolver problemas. El aprender en forma colaborativa permite al
individuo recibir retroalimentación y conocer mejor su propio ritmo y estilo de
aprendizaje, también, incrementa la motivación para permitirse sentirse “parte
de”.
Existen tres formas de poner en práctica
el aprendizaje colaborativo: la interacción de pares, consiste en la interacción
de grupos con participantes de diferentes niveles de habilidad participantes el
docente como mediador y catalizador en las experiencias de aprendizaje del
grupo; el tutoreo de pares, involucra a estudiantes con mayor habilidad y con
un entrenamiento previo, y el grupo colaborativo, que vinculan aprendices de
distinto nivel de habilidad, genero y procedencia pues el éxito colectivo
dependen del éxito individua. El docente debe ser más que un mediador,
propiciando un proceso grupal efectivo.
El aprendizaje asistido por el
computador enriquece el papel del docente, poniendo a su disposición los
elementos que conjugara según su pericia para la puesta en escena en la que el
aprendiz será el protagonista.
Las tecnologías benefician el
logro del aprendizaje colaborativo, permiten desarrollar, extender y
profundizar las habilidades interpersonales y penetra las barreras culturales. Desde
el punto de vista pedagógico, las TICs representan ventajas para el proceso de aprendizaje
colaborativo, en cuanto a: estimular la comunicación interpersonal como correo electrónico
y el chat, facilitar el trabajo colaborativo, seguimiento del progreso del
grupo, acceso de a información y contenidos de aprendizaje, gestión y administración
de los alumnos y la creación de ejercicios de evaluación y autoevaluación.
Las TICs propician una postura de
flexibilidad cognitiva, pues cada usuario puede establecer itinerarios
particulares y recorrerlos según su gusto y necesidad. Es necesario
identificar, evaluar y aumentar los recursos emocionales y las aptitudes
sociales de los integrantes de cada grupo y del grupo como tal.
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